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- Una Pequeña Historia de "Terror" Para Chicas..
Posted by : Srta.Rose
miércoles, 23 de abril de 2014
El utópico
Tal vez no
solo era el olor a detergente lo único horrible en aquella tienda, todos
aquellos estampados de flores jaguayanas, figuras geométricas y estampado de
zebra en jeans blancos y negros, eran tan horribles como ese hedor a vainilla
en los suelos de mármol.
Que suerte
tengo de hablarme quedado encerrada en esta tienda de mal gusto. Tantas Faldas
con lentejuelas y jeans desgastados empeoran mi
vista. Todo está oscuro, me alegro, pero de todas formas, aquellas
camisas y blusas neón se ven desde lejos. Me pregunto quién pagaría 25 dólares
por tener el privilegio de llevar un arcoíris consigo como ropa. ¡Que
divertido! ¡Yupi! Nótese mi sarcasmo.
Dejando de
lado el terrible gusto del dueño de esta tienda. Tengo que descubrir cómo salir de aquí antes de que
arcoíris y lentejuelas cobren vida y me torturen por tantas críticas.
Vi una
abertura por la cual poda salir después de cruzar aquellos pasillos oscuros. El
olor a vainilla seguía aumentando pero creo que mi nariz se volvió inmune después
de unas horas. Camine despacio, me sentía asustada. Todos aquellos maniquíes eran
aterradores en especial la sección de niños, parecía un mini ejército de
chuckys vestidos con flores y colores vivaces.
Ya eran las
2am y después de tanto salir por aquella abertura, estoy muy cansada. Poco a
poco cerré mis ojos y dormí profundamente.
Él…
Me despertaron unas manos frías y blancas pero
extremadamente suaves, Pensé que todavía estaba dormida pero no era así. Vi la
figura más hermosa en toda la historia: Ojos castaños, piel tan blanca como las
nubes, perlo echado hacia atrás, brazos increíbles y estatura perfecta. Me
pregunté si era Dios, porque sería un grave problema. -Entonces creo que… ¿Me
enamoré locamente de Dios? Tal vez eso me convertiría en Diosa-.
De nuevo a la realidad…
Me levante rápidamente y trate de mantener la compostura.
Lo vi más de cerca, parecía un ser muerto, era como una pintura y no corría sangre por su cuerpo. Era totalmente
pálido y como el hielo.
Me asusté, Corrí, Escapé. Me escondí en la sección
de deportes. Sentí su presencia. Me encontró, puso sus manos sobre mis hombros
y desmayé.
Despertar…
Sentía los pequeños empujones de la dueña de la
tienda, eran ya las 7:00 AM y ella se encontraba desesperada por que querer
despertarme. Tal vez estaba asustada por que pensaba que le pondría una
demanda. -Aunque pensándolo bien, cualquiera la demandaría por vender ropa tan
horrible. Debería ser ilegal-. Después de una hora de muchas disculpas, trató
de compensarme con ropa gratis de la tienda. Lo cual para mí fue un insulto
(interiormente), de todas formas, le dije humildemente que no.
Salí de la tienda, me giro para darle un
pequeño vistazo a mi lugar de aventura y estaba él allí. Detrás del cristal, paralizado, mudo, inmóvil y sin expresión.
Él, mí amado Maniquí.